Los quistes renales simples son una bolsa o saco cerrado lleno de aire o líquido. Lo normal es que sean pequeños como una lenteja, pero se han dado casos en que han sido tan grandes como una manzana. Crecen poco a poco, y lo que hay en su interior, no suele ser pus ni sangre, solo un líquido inocuo. Estos Ocurren cuando el tubo de la nefrona empieza a hacerse más grande y llenarse de líquido. Los investigadores no saben lo que causa que ocurra esto, pero lo que sí saben es que los quistes simples no se heredan. Se cree que lo que lleva al desarrollo de algunos quistes simples de riñón son lesiones o bloqueos microscópicos en los túbulos.
Los quistes simples de riñón son muy comunes a medida que nos hacemos mayor, de ahí que sea muy normal que vayan apareciendo a partir de los 50 años. Antes de esta edad podemos incluso tener alguno, pero ya cuando tenemos unos 55 o 60 años, pueden aparecer muchos más.
Casi siempre son inofensivos. Se les llama “simples” porque hay muy poca posibilidad de que se conviertan en algo más serio. La presencia de muchos quistes renales constituye la enfermedad quística renal que puede invadir médula y corteza renales llevando al paciente con el tiempo a insuficiencia renal.
Los quistes renales únicos, frecuentemente son asintomáticos. De ahí que la gran mayoría de las personas no sepan que en realidad tienen uno o incluso 7 quistes en los riñones. Pero si estos quistes llegaran a explotar entonces sí existe una gravedad a tener en cuenta, y es entonces cuando vamos a tener una serie de síntomas que hay que saber identificar:
- Dolor en el abdomen, costillas, cadera, estómago, o espalda.
- Tendremos algo de fiebre.
- Iremos a orinar muchas veces, y en la orina, aparecerá sangre.
- Tensión alta.
¿Como prevenir los quistes en el riñón?
Por lo general, aparecen con la edad. Por eso es importante mantener siempre en buen estado nuestros riñones:
- Evita fumar, consumir bebidas alcohólicas.
- Bebe dos litros de agua al día.
- Evita la sal, las harinas refinadas, el azúcar, las bebidas gaseosas.
- Consume fruta y verdura fresca, evitando carnes rojas.
- Bebe jugos de frutas naturales.
- Bebe, durante 10 días al mes, un vasito de agua con una cucharadita de bicarbonato de sodio después de tus cenas.