De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, México ocupa el segundo lugar mundial en obesidad, con un 30% de población adulta que lo padece, mientras que el 70% tiene sobrepeso. Estas patologías están directamente relacionadas con los trastornos cardiovasculares, la hipertensión o la diabetes, y aumentan el riesgo de presentar disfunción eréctil.
Este trastorno alimenticio incide de forma muy negativa en la calidad de vida de los pacientes y en su capacidad para mantener una actividad sexual saludable, tanto desde el punto de vista psíquico, como desde el punto de vista orgánico. De hecho, más del 30% de sus pacientes con disfunción eréctil sufre obesidad o trastornos alimenticios y esta suele ser la causa de su padecimiento.
La obesidad contribuye a desarrollar enfermedades coronarias, diabetes o hipertensión, o incluso a la oclusión del vaso sanguíneo, impidiendo el correcto flujo de la sangre por estas. La erección del hombre es un fenómeno de flujos sanguíneos, y por tanto la aparición de estas patologías afecta a la respuesta de erección en los varones. La disfunción eréctil suele estar ligada a diferentes patologías físicas, y mostrarse como un indicio de que algo en nuestro organismo no funciona correctamente. Por este motivo, es imprescindible acudir al especialista para consultárselo e iniciar el tratamiento más apropiado.
Así mismo, una mala alimentación, unos hábitos de vida poco saludables y el sedentarismo, provocan el incremento de los tejidos grasos que dan lugar a la transformación de la testosterona periférica en estrógenos (hormonas femeninas). Todo ello genera cambios en el carácter sexual del hombre que reduce la capacidad de mantener relaciones sexuales.
Ansiedad y depresión
La obesidad está muy presente en la vida personal, no sólo relacionado con problemas de salud físicos, sino también con la imagen que el paciente tiene de su cuerpo y la forma en que esta idea influye en sus relaciones y emociones. La baja autoestima produce un rechazo físico, eliminando las relaciones sexuales y causando depresiones, ansiedad y alteración del orden psíquico. La falta de ejercicio y una vida sedentaria reducen la producción de endorfinas, y el bajo estado de ánimo se convierte prácticamente en un círculo vicioso.
Los trastornos alimenticios ligados a la obesidad son consecuencia del uso de los alimentos como sustitos ante determinadas carencias y bajos estados de ánimo. Por este motivo es importante destacar que la liberación de súper óxido de dismutasa que se produce al mantener relaciones sexuales ayuda a eliminar las encimas tóxicas que produce el organismo con el estrés, de manera que ayuda a las personas a reducir sus niveles de ansiedad, mejorando su estado de ánimo general.
Es por ello que se recomienda mantener un estilo de vida saludable y seguir el tratamiento adecuado con el fin de superar este tipo de trastornos y prevenir así la disfunción eréctil, contando siempre con los especialistas apropiados para ayudar a los pacientes a recuperar el equilibrio.