¿Qué son las Enfermedades de Transmisión Sexual?
Algunas veces también llamadas venéreas, se definen como un grupo de enfermedades causadas por diversos agentes infecciosos que se pueden adquirir por la actividad sexual o también por uso de jeringas contaminadas o por contacto con la sangre u otras secreciones y algunas de ellas pueden transmitirse durante el embarazo o el parto, desde la madre al hijo. Estas pueden afectan tanto a mujeres como a hombres y son más comunes en los adolescentes y los adultos jóvenes.
En México, las enfermedades de transmisión sexual ocupan uno de los cinco primeros lugares de demanda de consulta en el primer nivel de atención médica. Las enfermedades venéreas las podemos ubicar entre las diez primeras causas de mortalidad general en el grupo de hombres y mujeres en edades comprendidas entre los 15 y los 44 años de edad en nuestro país.
El tratamiento de la enfermedad de transmisión sexual debe ser vigilada por un médico y se debe de tratar tanto al paciente como a su pareja sexual.
Evita el automedicarse, porque las consecuencias pueden ser gravísimas sino se tratan de manera correcta.
Enfermedades más comunes y como tratarlas
Clamidia: Ésta es la ETS bacteriana más común con una estimación de ocho millones de casos nuevos cada año, y se transmite por sexo vaginal y anal. A veces no se diagnostica, ya que no produce síntomas visibles.
Si hay síntomas, en los hombres típicamente incluyen dolor al orinar o secreciones del pene. Los síntomas en las mujeres incluyen sangrado entre los períodos menstruales, dolor al orinar, secreciones vaginales o dolores leves en la parte baja del abdomen. Una vez hecho el diagnóstico, la persona puede tratarse con un antibiótico.
Gonorrea: En los Estados Unidos se informan aproximadamente 400.000 casos cada año. Se transmite a través de sexo vaginal, anal u oral. Al igual que la clamidia, esta ETS a menudo no presenta síntomas. Sin embargo, de haber síntomas, lo más probable es que fueran secreciones del pene o la vagina y dolor al orinar. La gonorrea se trata con antibióticos.
Sífilis: Esta es una ETS bacteriana potencialmente letal que normalmente se transmite a través de sexo vaginal, anal u oral. Sin embargo, también puede contagiarse a través de contacto no sexual si las llagas causadas por la sífilis entran en contacto con la piel lastimada de otro individuo no infectado. Normalmente el primer síntoma es una llaga abierta e indolora que aparece cerca del pene o de la vagina, pero también puede aparecer cerca de la boca, el ano o las manos.
Hasta la fecha, el uso de penicilina ha resultado ser el tratamiento más eficaz. Si la sífilis no se trata, puede progresar a etapas más avanzadas y puede resultar en enfermedades clínicas como accidentes cerebrovasculares o meningitis.
Herpes genital: Esta ETS es causada por una infección con el virus del herpes simple tipo 2 (VHS-2) y se contagia por contacto directo de piel contra piel con el sitio infectado durante el sexo vaginal, anal u oral.
Hay otra cepa del virus, el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1), que normalmente se transmite a través de contacto no sexual y suele causar llagas en los labios pero también puede transmitirse a través del sexo oral. No hay cura conocida para el VHS, pero es posible tratar los síntomas con fármacos antivirales.
Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA): El SIDA es el resultado de la infección con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y es una ETS mortal e incurable. Ataca al sistema inmunológico del organismo y normalmente se transmite a través de sexo vaginal, oral y anal. También puede ser transmitido a través de la sangre al compartir agujas u otros objetos filosos que cortan la piel que estén infectados, o de la madre infectada al bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Al infectarse, algunas personas no experimentan síntomas, mientras que otras tienen síntomas similares a los de una gripe. Estos síntomas normalmente desaparecen después de una a cuatro semanas y el virus puede permanecer inactivo por años. No se conoce ninguna cura, pero es posible utilizar fármacos antivirales para prolongar la vida y la salud de una persona infectada.
Hepatitis B: Esta ETS, también conocida como VHB, es causada por un virus peligroso que ataca el hígado. Puede transmitirse por sexo vaginal, oral o anal. También puede ser transmitida por la sangre si se comparten agujas u otros instrumentos filosos que cortan la piel y que estén contaminados. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) estima que cada año ocurren 120,000 nuevos casos de infecciones por hepatitis B.
Alrededor de un tercio de las personas con hepatitis B no tienen síntomas. Sin embargo, cuando hay síntomas, pueden incluir fiebre, dolores de cabeza, dolores musculares, fatiga, pérdida del apetito, vómitos y diarrea. Como la hepatitis B ataca las células del hígado, puede conducir a cirrosis, cáncer de hígado, insuficiencia hepática y probablemente la muerte.
Los síntomas que indican la presencia de complicaciones hepáticas incluyen orina oscura, dolor abdominal y una tonalidad amarillenta en la piel y el blanco de los ojos. No hay una cura conocida para la hepatitis B, pero existen medicamentos que se pueden usar para tratar la infección crónica en algunos pacientes. Actualmente hay una vacuna disponible y es la mejor protección.
Verrugas genitales: Estas verrugas están ocasionadas por el virus del papiloma humano (VPH) y se transmiten a través de sexo vaginal, anal u oral. Los resultados son verrugas indoloras y carnosas que se asemejan a una coliflor y crecen sobre el pene y alrededor de la entrada de la vagina o del ano.
De acuerdo con el CDC, hay aproximadamente 5,5 millones de nuevos casos por año en los Estados Unidos. No se conoce ninguna cura, pero es posible tratarlas con medicamentos tópicos y a veces es posible quitarlas con procedimientos quirúrgicos menores (por ejemplo, con productos químicos, congelamiento, láser).
Tricomoniasis: Esta ETS bacteriana común, transmitida a través del contacto sexual, afecta principalmente a mujeres jóvenes y sexualmente activas. A veces no hay síntomas asociados con esta ETS. Sin embargo, en las mujeres los síntomas pueden incluir mal aliento, secreciones vaginales amarillas-verdosas y espumosas, comezón o enrojecimiento vaginal, dolor durante las relaciones sexuales, malestar en la zona baja del abdomen y/o micción frecuente.
En los hombres los síntomas pueden incluir secreciones por el pene, micción frecuente y/o dolor al orinar. La tricomoniasis puede tratarse fácilmente con antibióticos.
Control y Prevención
Para conseguir un mejor control de las enfermedades venéreas hay que mejorar la salud sexual y reproductiva de la población en general.
La prevención es muy importante en el manejo de estas enfermedades, estos son algunos consejos para su evitar su contagio:
- Relaciones monógamas: Existe un menor riesgo si sólo mantiene relaciones con su pareja, y ésta únicamente con usted.
- Preservativo: En caso de no tener una pareja estable es imprescindible el uso del condón como protección contra las ETS. Aunque su eficacia no es total, se acerca al 100 por cien en la prevención de ciertas infecciones y enfermedades como el sida.
- Limitar el número de parejas: Un mayor número de parejas sexuales aumenta la exposición a las ETS. Recuerde que en ocasiones las personas que sufren infecciones permanecen asintomáticas durante largo periodos de tiempo.
- Análisis: Los exámenes físicos y los análisis regulares permiten controlar su situación, prevenir las infecciones y tratarlas a tiempo.
En caso de sufrir una ETS, acuda al especialista médico y avise a las personas con las que ha mantenido relaciones sexuales recientemente.