¿Qué es la hematuria?
Cuando la sangre entra en la orina de una persona, los médicos lo llaman hematuria. La hematuria es bastante habitual y en la mayoría de las ocasiones no se trata de nada grave.
La orina es una de las formas en que nuestro organismo se deshace de los productos de desecho. El proceso se inicia en los riñones, encargados de eliminar el exceso de líquido y los productos de desecho de la sangre y de transformarlos en orina. La orina fluye a través de unos tubitos denominados uréteres hacia la vejiga, lugar donde se almacena hasta que sale en forma de orina (o pis). Si entra sangre en la orina en cualquier parte de este proceso, se origina la hematuria.
Existen dos tipos de hematuria:
- La hematuria microscópica es cuando la sangre que entra en la orina no puede verse a simple vista; solo resulta visible al microscopio. La mayoría de las veces, la hematuria microscópica desparece sin provocar ningún problema. De hecho, la gente puede no llegar a saber que la ha desarrollado a menos que se haga un análisis de orina.
- La hematuria macroscópica ocurre cuando la cantidad de sangre que contiene la orina, o su concentración, es mayor. Significa que hay una cantidad suficiente de glóbulos rojos en la orina de una persona como para darle una tonalidad rojiza o del color del té. Al igual que la hematuria microscópica, la macroscópica suele remitir sin ocasionar problemas. De todos modos, algunas veces puede ser el signo de una afección de mayor gravedad.
Causas
Un adolescente puede desarrollar hematuria por muchos motivos. Las causas más frecuentes son las siguientes:
- infecciones renales o vesicales (de la vejiga)
- anomalías en la estructure de las vías urinarias
- enfermedades hereditarias
- desequilibrios minerales en la orina, como un exceso de calcio
- cálculos renales (o piedras en el riñón)
- enfermedades renales (o nefropatías)
Otros motivos de que los adolescentes desarrollen hematuria es la menstruación, el hecho de hacer ejercicio físico intenso, las lesiones en los riñones o en las vías urinarias y el uso de ciertos medicamentos, como algunos de los analgésicos (medicamentos contra el dolor) de venta sin receta médica. Muchos atletas, sobre todo los corredores de fondo, desarrollan hematuria de tanto en tanto.
En contadas ocasiones, la hematuria puede ser un signo de una afección de mayor gravedad, como una enfermedad hematológica (de la sangre) o la presencia de un coágulo. En estos casos, lo más probable es que la hematuria solo sea un síntoma más dentro de un amplio abanico de síntomas.
Cuando hay casos muy excepcionales, lo que puede parecer una hematuria puede ser algo distinto. Es posible (aunque improbable) que algunas sustancias ingeridas, como los colorantes alimentarios, la remolacha y ciertos medicamentos tiñan de color rojo la orina de quien los ingiere.
Qué hacen los médicos
Si algún día ves sangre en tu orina, no te pongas nervioso. Lo más probable es que no se trate de nada importante, aunque es mejor estar seguro de ello. Por lo tanto, deberás informar a tu madre o padre al respecto e ir al médico. En el caso de que necesitaras tratamiento, lo mejor sería que lo iniciaras de inmediato.
Si vas al médico porque has visto sangre en tu orina o porque te han detectado hematuria microscópica en una análisis de orina, el médico te hará una exploración física. Te formulará, a ti y a tus padres, preguntas sobre las actividades que has estado practicando hace poco y sobre tus antecedentes médicos familiares. Lo más probable es que te pida una muestra de orina, lo que implicará que orines en un frasco.
Si el análisis de orina indicara que ha dejado de haber sangre en tu orina, lo más probable es que el médico te pida otra muestra de orina al cabo de una o dos semanas para asegurarse de que tu orina ha dejado de contener glóbulos rojos. Si la hematuria solo ocurre en una ocasión, lo más probable es que no sea necesario aplicar ningún tipo de tratamiento.
Pero, ¿y si los análisis de orina indican que tienes hematuria microscópica? Si no presentas ningún síntoma, como dolor o fiebre, no te has hecho ninguna herida hace poco ni presentas proteínas en la orina, el médico repetirá el análisis de orina varias veces a lo largo de varios meses para ver si sigues presentando sangre en la orina.
Si los resultados de los análisis de orina se orientaran hacia algo más grave o si te hubieras lesionado hace poco, lo más probable es que tu médico solicitara pruebas adicionales, como un cultivo de orina (¡a recoger más pipi en un frasco!), o técnicas de diagnóstico por la imagen, como una resonancia magnética (RM) o una tomografía computada (TC). Ocasionalmente, los médicos necesitan extraer una diminuta muestra de tejido renal para analizarla (biopsia) y/o utilizar instrumentos para inspeccionar el interior del cuerpo.
Tratamiento
La mayoría de los adolecentes no necesitan recibir ningún tipo de tratamiento para la hematuria. Cuando la hematuria obedece a una infección bacteriana, los médicos la pueden tratar con antibióticos. Si la hematuria es un signo de algo más grave, como una anemia falciforme, los médicos deberán tratar esta última afección.
Si recibes tratamiento, lo más probable es que tu médico quiera hacerte revisiones de seguimiento tras concluirlo para asegurarse de que tu orina ha dejado de contener glóbulos rojos. Las personas que tienen sangre en la orina en más de una ocasión sin presentar ningún otro síntoma asociado, suelen necesitar hacerse análisis de orina y exploraciones físicas cada pocos meses a lo largo de un año y luego una vez al año como medida de precaución. Si remite tu hematuria, tu médico te volverá a analizar la orina una vez al año.