Sentir necesidad de orinar durante la noche no es extraño. Sin embargo, cuando ocurre con frecuencia y es preciso levantarse más de dos veces para ir al baño, se convierte en un problema denominado nocturia.
La nocturia es común en la gente mayor. En las mujeres mayores de 65 años, se asocia con la menopausia, la hipertensión arterial y una menor capacidad vesical. Puede ocasionar problemas en su vida diaria. Su sueño se ve perturbado y puede tener el riesgo de caerse al levantarse a orinar en la oscuridad. Cambios de esta naturaleza en su patrón de sueño podrían incluso hacer que el problema se agrave: podría estar más consciente del llenado de su vejiga y entonces sentir que necesita orinar con mayor frecuencia.
La nocturia es la principal causa de interrupción del sueño, además de poder causar depresión, en los varones adultos, lo cual se traduce en un efecto negativo sobre su actividad diaria y, por ello, sobre su calidad de vida.
Causas
Beber demasiado líquido durante el final de la tarde puede provocar que se orine con más frecuencia durante la noche. La cafeína y el alcohol después de la cena también pueden conducir a este problema.
Las infecciones urinarias son otra de las causas de la micción durante la noche, así como tener un nivel elevado de calcio en la sangre o tomar ciertos medicamentos, incluso diuréticos.
Otras afecciones que pueden conducir a la poliuria nocturna (alta producción de orina mientras se duerme) son las siguientes:
- Insuficiencia renal crónica.
- Diabetes sin tratar (del tipo 1 o 2).
- Diabetes insípida o diabetes gestacional (se produce durante el embarazo).
- Insuficiencia cardíaca.
Un paciente con nocturia tiene seis veces más posibilidades de desarrollar depresión en comparación con personas que no padecen este síntoma. De hecho, el tratamiento con antidepresivos es cinco veces más común en ancianos con nocturia.
Prevención
Según la Organización Mundial de la Salud, estas son algunas de las posibles medidas preventivas:
- Beber poco por la tarde y sobre todo, bebidas alcohólicas.
- No fumar.
- La alimentación debe contener vegetales abundantes (brócoli, coliflor, repollo, col, berros, tomates, rábano), frutas, legumbres, soja y derivados, y un bajo contenido en carnes rojas, grasas saturadas, sal, azúcar y calcio. Asimismo, es aconsejable tomar cereales integrales y grasas de origen vegetal.
- Vaciar la vejiga frecuentemente, durante el día y sobre todo antes de acostarse.
- Acostarse en posición horizontal después de comer.
- Evitar viajes largos, estreñimiento, comidas flatulentas, frío y humedad.
- No hacer vida sedentaria; el deporte es muy beneficioso.
- Evitar el sobrepeso y la obesidad.
Diagnóstico
Para poder diagnosticar esta enfermedad, el paciente puede tener un diario de vaciado de vejiga, es decir, un registro de cuántos líquidos ingiere, cuántas veces necesita ir al baño a orinar y cuál es la cantidad de producción de dicha orina durante dos días. Además, deberá apuntar cualquier medicamento que esté tomando en ese momento, infección de las vías urinarias que padezca o cualquier síntoma que pueda estar relacionado.