La genética, la obesidad y el consumo de tabaco son algunos de los factores que pueden predisponer a sufrir un cáncer de riñón, una patología que, con un diagnóstico precoz, tiene una alta tasa de supervivencia.
Aunque no existe una causa única ni bien definida, se conocen varios factores de riesgo para el desarrollo del cáncer renal. De cara a poder prevenirlo, hay que aclarar que sobre algunos de estos factores de riesgo del cáncer renal no se pueden tomar medidas preventivas, como la edad (a partir de los 50 años es más frecuente), el sexo (mayor incidencia en los varones) o la raza (su prevalencia es un poco más elevada en las personas de raza negra).
Pero en otros casos sí podemos prevenirlos:
Tabaco: se considera responsable directo de la tercera parte de los cánceres de riñón. Está ligado al número de cigarrillos y al tiempo de tabaquismo, disminuyendo este riesgo progresivamente al dejar de fumar.
Obesidad: también parece ser responsable de otra tercera parte de los casos de este tumor. el mecanismo por el cual se produce no es bien conocido, aunque se barajan alteraciones hormonales y de resistencia periférica a la insulina como principales causas.
Dieta: se considera que el consumo de carne (grasas) favorecería el desarrollo de este tumor, si bien la dieta rica en frutas y vegetales podría ser protectora.
Alcohol: el consumo de alcohol puede predisponer a su aparición, tanto en mujeres como en hombres.
Enfermedades renales: tanto la enfermedad quística renal como los pacientes con insuficiencia renal crónica en tratamiento con diálisis parecen tener una mayor probabilidad de desarrollar un adenocarcinoma renal.
Factores genéticos: el cáncer de riñón es más común en personas con familiares de primer grado afectados por esta enfermedad. El cáncer renal por causa genética representa un 2% de los casos de este tumor. Su presentación suele ser bilateral, o varias masas sólidas, aparece a edades más tempranas y en ocasiones relacionado con otras enfermedades. Se reconocen cuatro enfermedades genéticas que se relacionan con el cáncer renal, que son el síndrome de Von-Hippel-Lindau, el carcinoma papilar hereditario tipo I, el carcinoma papilar hereditario tipo II y el síndrome de Birt-Hogg-Dubé.